Chileno e integrante de la Provincia Santa María de los Andes, Raúl Amaya fue nombrado en 2018 como director del Secretariado General de los Laicos del Instituto Marista. Casado y padre de dos hijos, es el primero Laico en asumir esta misión. Actualmente, Amaya está al frente de los procesos de acompañamiento y en la animación vocacional del laicado en el mundo Marista.
La rutina en la Casa General
Amaya cuenta que sus actividades en el Secretariado de Laicos atienden a las estrategias del Instituto, con prioridad en tres puntos: planear la animación de los itinerarios vocacionales de los Laicos y Laicas, desarrollar el proceso de conocer y promover estructuras de participación y formación del laicado en el mundo Marista, y también, elaborar iniciativas y reflexiones para fortalecer la vida en comunión con los Hermanos. “Necesitamos entender de qué modo los Laicos y Laicas pueden ser un rostro laical Marista para el siglo XXI”, explica. “Eso significa trabajar en nivel internacional, por medio de Regiones”.
Ejemplo de una vida a luz del carisma
Antes de actuar en un espacio marista, Raúl construyó una trayectoria cristiana laical que tuvo inicio desde su juventud. Participó de la pastoral del colegio en que estudió y, ya en la universidad, invitado por amigos, formó parte de un grupo que estudiaba los Ejercicios Espirituales Ignacianos – libro con meditaciones y oraciones del Santo Ignacio de Loyola. “Esa experiencia transformó mi vida, pues me sentí profundamente aceptado y amado por Dios”, relata. “No hay nada mejor que seguir la vida con una sonrisa que brota del corazón por medio de la certeza de que Dios te ama a cambio de nada”, recuerda.
El desafío de la Región América Sur
“Aquí existe una experiencia de laicado muy fuerte”, afirma. El Director del Secretariado destaca que la actuación laical en la Región ya tiene un caminar consolidado y asegura que todavía hay muchas posibilidades de desarrollo de animación vocacional en estos siete países. “Existen muchas manifestaciones diferentes, varias personas que como Laicos y Laicas se sienten llamadas a participar, se sienten llamadas a ser corresponsables por el carisma”, completa.
Él cree que los caminos que se vislumbran para la Región América Sur son de gran optimismo. “Es una Región de mucha vitalidad, con un destacado número de obras y una presencia importante de Laicos comprometidos con el carisma y Hermanos muy capacitados y que aman su vocación”, finaliza.