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Momento para vivir la Familia Global

15/05/2020
Institucional
Con el nuevo escenario delante de la crisis, Hno. Alberto Aparício, recuerda lo fundamental de la misión marista

​De repente, todo pareció que el mundo se detuvo, que la Región América Sur entró en stand-by. Todos los proyectos, planes, acciones, encuentros… Todo quedaba suspendido en el aire, y había que dedicar el tiempo a las urgencias, a los imponderables, ya que esto estaba fuera de todo lo previsible, de todo plan estratégico.

Luego del sacudón del primer momento y de querer reproducir lo que veníamos haciendo de manera virtual, llenándonos de videoconferencias, de reflexiones virtuales, de cursos de capacitación para que el tiempo de la cuarentena se nos haga más llevadero, postergando todo para el segundo semestre… empezamos a preguntarnos ¿Es ésta la respuesta más adecuada? 

Dice el psiquiatra y médico vienés, el Dr. Viktor Frankl en su obra clásica El hombre en busca de sentido: Lo que se necesita urgentemente en tal situación es un cambio radical de nuestra actitud frente a la vida. Debemos aprender por nosotros mismos, y enseñar a los hombres desesperados, que en realidad no importa lo que esperamos de la vida, sino que importa lo que la vida espera de nosotros […] percatarnos de que es la vida la que nos plantea preguntas, cada día y a cada hora. Preguntas a las que no hemos de responder con reflexiones o palabras, sino con el valor de una conducta recta y adecuada. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la vida plantea, cumpliendo la obligación que nos asigna 

Esta nueva perspectiva de ver la vida, de ver la Región, nos está llevando a valorar los encuentros, el poder vernos y acompañarnos, a preocuparnos por la vida, la familia, la comunidad, alentándonos ante la perplejidad e impotencia frente al Covid-19. América Sur ¡no se detuvo!, comenzó a generar encuentros virtuales, intercambios de materiales, reflexiones y capacitaciones. Más que nunca, empezó a priorizar temáticas, a regalarnos celebraciones, a mirar estratégicamente de otra forma el caminar regional. Sobre todo a sentirnos Región y en conexión con el mundo Marista, sintonizando con esta gran Familia Carismática Global.

Percibo que la Misión que fuimos construyendo entre todos, a través de las distintas Asambleas Regionales “Nosotros, Maristas de Champagnat de América Sur, estamos organizados, en comunión con el Instituto, para promover la vida, la fraternidad,  la espiritualidad y la sostenibilidad de la misión junto a los niños, adolescentes y jóvenes, respondiendo a los retos contemporáneos”, se va haciendo realidad hoy más que nunca, de una forma jamás imaginada.