Antes de la fundación de la Región Marista América Sur, la Red de Centros de Memoria ya existía y, actualmente, se fortalece a partir de la búsqueda por la regionalización del Instituto Marista. La Red está compuesta por un grupo de profesionales con experiencias y conocimientos distintos, integrado por Hermanos, gestores y colaboradores de los archivos Provinciales, archivos históricos, bibliotecas y museos ubicados en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay. Con cinco años de actuación, la iniciativa tiene como objetivo promover la articulación de los Centros de Memoria Marista, conforme consta en sus documentos oficiales, fomentando el registro y la preservación del patrimonio histórico-cultural-espiritual por medio de la cooperación, el intercambio, la formación y la integración de servicios.
La propuesta inicial de los movimientos en Red fue la creación de un documento con directrices para los acervos de cada Centro, respetando el contexto organizacional, gestión e infraestructura, dado que la estructura y los acervos de los Centros son heterogéneas. Así, fue motivada la reflexión sobre la identidad – ¿Qué guardar? ¿Por qué guardar? ¿Cómo? ¿Dónde? – de cada Centro de Memoria. Y fue así que surgieron las Políticas de Acervo. “Reconocimos las especificidades de cada Centro de Memoria, pero necesitamos converger en la catalogación práctica, lo que impacta directamente en el acceso, en la recuperación de información por el investigador”, cuenta Graziele Santorum, de la Provincia Marista Brasil Sul-Amazônia y responsable por el Grupo de Trabajo de Comunicación de la Red de Centros. “En este momento, estamos planeando y ejecutando la construcción de las bases para hacer posible la conexión entre los acervos”.
Ya en 2019, durante la reunión de equipo en Lujan, fueron creados grupos de referencia – mixtos en relación a los idiomas, Provincias, conocimientos, funciones – con el objetivo de impulsar el desarrollo de temas relevantes para la Red.“Actuar en este grupo significa estar cerca de compañeros para sumar conocimientos y experiencias", afirma Graziele. “El trabajo en red permite que personas que actúan en sectores compuestos por un profesional conéctense con otros profesionales para, así, poder charlar, pensar junto", cuenta. “Es un flujo natural. Un apoya el otro, cambiamos materiales de referencia, divulgamos eventos, etc".
La historia de la Red
Como reflejo de los movimientos de cuidado con la memoria del Instituto Marista, presente desde los tiempos de Champagnat, las Unidades Administrativas son incentivadas a desarrollar prácticas visando la preservación de sus memorias locales. En este sentido, en 2015, la UMBRASIL incluyó en sus objetivos estratégicos la necesidad de construir y efectivar una red de preservación del patrimonio histórico, cultural y espiritual marista, articulando iniciativas ya existentes en las tres Provincias brasileras. De una manera muy natural y orgánica, la iniciativa alcanzó el nivel regional, incorporando los Centros de Memoria existentes en las Provincias Cruz del Sur y Santa María de Los Andes. A partir de ese paso, la Red de Centros de Memoria surgió con una naturaleza propositiva, articulando diálogos, reflexiones, intercambios de experiencias, momentos formativos y apoyo, de forma comprometida con la memoria del pasado, presente y futuro.
La memoria y el presente
Las contribuciones del grupo experto responden a diferentes necesidades de la misión Marista, no sólo en la Región, pero también para el Instituto. La Red busca una profesionalización de los procesos, calidad de los acervos, optimización de los recursos (físicos, digitales y humanos), diseminación de la memoria y espiritualidad Marista, subsidio para producción de conocimiento y fuente de información administrativa, escolar, afectiva, entre otras. Además, en el escenario actual, la Red es una iniciativa que enfatiza la necesidad de valorar la memoria institucional. En la crisis es necesario rescatar lo que conecta a las personas y lo que forma parte de sus historias. Por medio de la preservación de las memorias y de su valoración, es posible comprender su construcción en forma cotidiana y por eso es esencial el cuidado y la mirada estratégica para esa dimensión.